El pasado lunes 20 de noviembre el Aula de la Naturaleza de Rambla Salada ha tenido la FORTUNA de recibir a los alumnos de 1º de Bachillerato del IES ALFONSO X EL SABIO, interesados en conocer cómo se investiga y muestrea las poblaciones de animales y plantas que habitan el Paisaje Protegido. Es la primera actividad del proyecto ALAS DE SAL 2023, que realizamos on el apoyo de la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad.
Desde el primer momento en que han descendido del flamante autobús que los ha transportado hasta la entrada de las salinas de Rambla Salada, los alumnos, con sus profesores han empezado censado las aves acuáticas que hacen uso del cauce en esta época, como andarríos grande, archibebe claro, chorlitejo chico, cigüeñuela, y agachadiza chica y común.
Tal y como se había previsto han ensayado otros muestreos, como un taxiado orientado a obtener la densidad de aves paseriformes con el pudimos contabilizar especies como bisbita común, lavandera blanca, cogujada montesina, curruca cabecinegra y rabilarga, verderón común, mosquitero común, mirlo, tarabilla y colirrojo común.
Durante toda la visita los alumnos participaron en la instalación de un sistema de redes para captura de aves para anillamiento científico, y tuvieron la suerte de anillar y liberar a dos mosquiteros comunes, que ya forman parte de de la lista de aves anilladas en Rambla Salada.
Pero la sorpresa mayúscula vino al hacer los muestreos de vegetación, en diferentes puntos de las salinas de Rambla Salada- Ya que al hacer inventarios de riqueza y diversidad de vegetación, los alumnos detectaron una nueva especie en el Paisaje Protegido, de gran interés en la Región de Murcia, por su carácter halófilo y escasa distribución: Senecio auricula.
La última parte de esta actividad formativa fue el muestreo de parámetros bióticos y abióticos en el cauce de Rambla Salada. Los alumnos midieron la salinidad con el densimetro y comprobamos que gracias a la elevada salinidad de casi 90º gr/L las poblaciones de peces como fartet y gambusia de momento han quedado reducidas a su mínima expresión, aunque sabemos que la intruducción intencionada de ambas especies ya es un lastre que la cadena trófica de Rambla Salada tendrá que pagar de forma permanente.
